1.12.06

candidato 1


v o t a p o r: la llaVE

candidato 2


vota por: TUPAC AMA/el sombrero

30.11.06

candidato 3


vota por: laMANcha macha

29.11.06

LA CONTRAGUERRA A LA "GUERRA DE RED SOCIAL" DEL MOVIMIENTO ZAPATISTA: LA NUEVA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE DEL PENTÁGONO.

Actualmente, los grupos étnicos y pueblos indios de diferentes regiones del Continente Americano llevan a cabo una serie de luchas en defensa de sus derechos plenos y de sus territorios, bajo distintas condiciones y valiéndose de estrategias variadas, frente a las empresas petroleras, las fuerzas armadas y policíacas, los ganaderos y sus grupos armados particulares; las empresas forestales y mineras, así como las empresas fraccionadoras y consorcios hoteleros, en un marco reivindicativo que -como el caso de México- desborda el ámbito, jurídico-político agrario y afecta el ámbito de la cultura.


La emergencia de los pueblos indios como nuevos sujetos sociales y políticos se caracteriza actualmente por un conjunto de dinámicas:
la territorialización de la presencia de estos pueblos indios.
el desarrollo de estructuras cada vez más complejas de organización.
la dimensión política y nacional de sus demandas.
las nuevas formas de inserción en la economía.
el curso que están tomando sus relaciones con el Estado.

Así, a partir de 1990 se inauguran en el continente una serie de levantamientos indígenas que son el resultado de dos momentos históricos: el primero iniciado en la década de los 1970s, cuando los movimientos indígena-campesinos impulsaron una serie de luchas por la tierra y por su reconocimiento como indígenas; y, el segundo iniciado a fines de los 1980s y principios de los 1990s, cuando los pueblos indígenas se organizaron para hacer frente a los festejos oficiales que conmemorarían el quinto centenario del "encuentro de dos mundos" desde la perspectiva hegemónica de los gobiernos ibéricos y americanos. En este último momento, los indígenas fueron acompañados por los movimientos afroamericanos y populares principalmente en América Latina.


En el medio se ubican los movimientos que luchan por sus derechos como pueblos indios, su cultura, su autonomía y su territorio, así como por el acceso a los recursos naturales. Y en el otro extremo se ubicaría el movimiento zapatista, que no lucha por el poder, y que si bien incluye en sus demandas los derechos y cultura indígenas, demanda también cuestiones que afectan a toda la población nacional y que se inscriben en el marco de las luchas globales. Sin embargo, para algunos autores, aunque el componente mayoritario del EZLN es indígena, la defensa de la cultura y derechos indígenas por parte de éstos ha sido instrumental, así como su alianza con el movimiento indígena, que en un primer momento fracasó.
El matrimonio de conveniencia entre el EZLN y el movimiento indígena mexicano es entonces un matrimonio del pasado revolucionario de México y el futuro revolucionario" .


La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos el 18 de diciembre de 2000, los movimientos indígenas de resistencia en América Latina serán uno de los principales desafíos a los gobiernos nacionales en los próximos 15 años, "Tales movimientos se incrementarán, facilitados por redes transnacionales de activistas de derechos indígenas, apoyados por grupos internacionales de derechos humanos y ecologistas bien financiados", señala la CIA. "Las tensiones -añade- se manifestarán en un área desde México a través de la región del Amazonas"
Los movimientos indígenas tendrán el apoyo internacional gracias a redes transnacionales de activistas, por lo que para enfrentarlos se requerirá de una nueva estrategia contrainsurgente, la cual ya la tiene preparada el Pentágono estadounidense: la Contraguerra a la "Guerra de Red Social".
El gobierno estadounidense considera la posibilidad de cobrar por el uso de la "supercarretera de la información". Y el gobierno de México busca aislar cada vez más a los zapatistas, secuestrándole sus banderas y demandas, minando sus bases de apoyo, expulsando a los extranjeros que los apoyan, y cercándolo militar y paramilitarmente, enfrentando a indígenas versus indígenas, con mecanismos que se inscriben claramente dentro de la estrategia contrainsurgente de la Contraguerra a la "Guerra de Red Social".

Según Pepa Roma:
"Chiapas es el vivo ejemplo de revolución que no existiría sin una red de colaboración internacional. Pero posiblemente "la red" tampoco existiría sin la experiencia de Chiapas. Aquí es donde, de forma más clara, se configura el modelo: la revolución es la red, conectarse no a Internet, sino a una red de disidencia mundial. El zapatismo es el que antes que José Bové en Francia o Vandana Shiva en la India, expone de forma más clara el principio de unidad a partir de la diversidad: ser un indígena de Chiapas no le impide a uno luchar por lo mismo que un campesino blanco del cono sur. El mismo zapatismo ya está formado por una conjunción de fuerzas: indígenas e intelectuales que llegan de la capital, como el subcomandante Marcos.
Todos los caminos llevan a Chiapas. Se diría que aquí vienen a bautizarse disidentes de todo signo, cuando todavía ni siquiera existe un designio para aunar voluntades a nivel global (...) Como el Narmada o el Amazonas para los ecologistas, Chiapas se convierte en centro de peregrinación, santuario de la revolución que hay que proteger. Y no sólo, o no tanto en el espacio geográfico que ocupa en un país llamado México, sino principalmente en Internet, Chiapas se defiende tanto con guerrilleros indígenas en la selva Lacandón (sic), como con los ciberguerrilleros apostados junto a la terminal de un ordenador por todo el mundo, lo que durante mucho tiempo le convierte en una especie de paso obligado, primera lección, y punto de encuentro y confluencia de tantos navegantes que se quieren conectar a la red de la ‘antiglobalización’.
La solución aplicada por el gobierno mexicano al conflicto chiapaneco es desde la perspectiva de la seguridad nacional, por lo tanto, sólo implica una salida autoritaria, con una serie de acciones policíacas, paramilitares y aún militaristas para acabar con el EZLN, bajo el pretexto de recuperar la soberanía sobre todo el territorio nacional. Cuando lo que se requiere es aplicar una salida política, que reconozca en las demandas del EZLN y del pueblo en general una necesidad de ejercer la soberanía por parte del pueblo mismo, y que para ello existen las soluciones pacíficas a dicho conflicto, algunas de las cuales han sido ya planteadas por el EZLN y la sociedad civil organizada.


http://www.laneta.apc.org/laneta/
http://www.laneta.apc.org/sclc/desmilitarizacion/encuentro/ponencias/sandoval.htm